PARÍS – Un plácido lunes soleado en París fue el escenario de un cuasi terremoto en el tenis masculino: el argentino Francisco Cerúndolo estuvo a punto de vencer al serbio Novak Djokovic y confirmar así al italiano Jannik Sinner como nuevo número uno del mundo. Pero al final, como tantas veces en la carrera de Djokovic cuando parece acabado, el vencedor fue él.
«La victoria es de ustedes, de ustedes», dijo un emocionado Djokovic tras cuatro horas y 39 minutos de juego que pusieron en ebullición la pista central. Fue 6-1, 5-7, 3-6, 7-5 y 63 para el serbio.
Djokovic, el tenista más laureado de la historia con 24 títulos de Grand Slam, mostró problemas físicos a los 52 minutos de partido. Iba ganando 6-1, 1-1 y 40-0 con el saque de su rival cuando se torció la rodilla derecha. En el siguiente punto, el serbio cometió un grosero error no forzado que le hizo ceder el partido.
El tricampeón de Roland Garros pidió ser atendido por los médicos, que trabajaron en la parte posterior de su rodilla derecha. Se oyó al serbio reñir al supervisor de la ATP por el estado de la tierra batida del Estadio Central: «Usted es el supervisor y representa a los jugadores. Le digo que la tierra batida no está bien».
Djokovic volvió a ser atendido por el médico en el séptimo juego del segundo set, y seguiría quejándose repetidamente a lo largo del partido. Me resbalo todo el tiempo», dijo el serbio de 37 años, que aún no ha levantado un trofeo ni jugado una final en lo que va de temporada.
La derrota habría garantizado el acceso de Sinner, campeón del Abierto de Australia, a lo más alto de la clasificación de la ATP, en una aceleración del cambio de guardia en el tenis tras largos años de dominio del trío formado por Djokovic, el suizo Roger Federer y el español Rafael Nadal.
Sinner intenta ser el 29º jugador que alcanza el número uno desde que la ATP creó la clasificación mundial en 1973.
Cerúndolo, un jugador en progresivo ascenso que en 2023 alcanzó el puesto 19 de la clasificación mundial, tenía en su mano lograr su mejor resultado en un torneo de Grand Slam, ya que nunca había alcanzado la ronda de octavos de final.
Djokovic, apoyado por el público, logró poner contra las cuerdas al argentino al remontar un 4-2 en contra en el cuarto set, donde además sirvió 5-5 y con break point, pero finalmente logró dominar el set ante un Cerúndolo, que falló en los momentos clave.
En el quinto set, Djokovic se adelantó 2-0, pero Cerúndolo logró remontar la desventaja en medio de un ambiente extraño: el serbio se resbalaba en el fondo de la pista y se caía. El argentino, esta vez, optó por no involucrarse y mantener la concentración: no hay nada más perturbador en el tenis que enfrentarse a un jugador que no se sabe hasta qué punto está mermado físicamente.
En el tramo final del partido ya no quedaba ni rastro de los problemas físicos del serbio, que se envalentonó y ganó la partida psicológica al argentino mientras arengaba al público una y otra vez.
El último punto fue espectacular: Djokovic paró el punto marcando el tiro de Cerúndolo como fuera, y el juez de silla lo confirmó.
El rival de Djokovic por un puesto en semifinales saldrá del enfrentamiento entre el estadounidense Taylor Fritz y el noruego Casper Ruud.
One Reply to “Djokovic protagoniza su enésima resurrección y sigue vivo en Roland Garros”
Margarita Isse
Nunca digas nunca a Nole.
Cerundolo estaba muy cerca pero Novak se reinventa siempre.