Jannik Sinner se convertirá en el número uno del planeta: «Es un momento especial para mí».
Todos ya lo sabían, menos él. «El lunes, a tus 22 años, serás el nuevo número uno del mundo. El primer italiano», le informó Fabrice Santoro a Jannik Sinner durante la entrevista en pista y rodeado del público que lo aclamaba.
El campeón del Abierto de Australia miró a su alrededor y visiblemente emocionado y con risa nerviosa, agradeció a su equipo y a la gente. Un momento feliz. «Es el sueño de todo tenista, un sueño ser el numero uno», dijo Sinner.
Mientras él disputaba los cuartos de final de Roland Garros en la Philippe Chatrier, Novak Djokovic anunció su retirada del torneo por rotura de meniscos. Así, no podrá defender todos los puntos que ganó en 2023, y pase lo que pase, el italiano llegará a la cima. «Verlo a Novak retirarse es decepcionante para todos. Le deseo una rápida recuperación, pero intento no pensar demasiado en eso, porque en este torneo he tenido dificultades, entonces estoy feliz de estar en semifinales», dijo después del 6-2, 6-4 y 7-6(3) sobre Grigor Dimitrov. Enfrentará a Carlos Alcaraz o a Stefanos Tsitsipas por el paso a la final.
Seguro estará pensando en sus padres, a quienes siempre Sinner menciona en momentos importantes. Como cuando ganó su primer Grand Slam: «Ojalá todo el mundo pudiera tener a mis padres, porque me dejaron elegir lo que quisiera. Me gustaban otros deportes, pero nunca me presionaron. Ojalá cualquier niño pudiera tener esa libertad».
Sinner será el vigésimo noveno número uno de la Era Abierta. El deseo de aquel niño que a los once años se debatía entre los esquís y las raquetas: Sinner, oriundo de la región montañosa del norte de Italia era campeón nacional de slalom antes de dedicarse por completo al tenis.
Tras tener un arranque de año brillante con el título de Melbourne, triunfo en el ATP 500 de Rotterdam y en el Masters 1000 de Miami, lo del italiano era una cuestión de tiempo.
